viernes, 11 de diciembre de 2009

UNIDAD PEDAGÓGICA NACIONAL
UNIDAD 321-ZACATECAS
Loreto, zac.

UNIDAD III- TEMA 2.Diseño de la planeación
LECTURA:
PAPEL DEL PROFESOR Y DEL ALUMNO EN UNA METODOLOGÍA INVESTIGATIVA

BIBLIOGRAFIA: J. Eduardo García, et al. “Papel del profesor y del alumno en una metodología investigativa. Antología Básica. Pp. 114-117.
NOMBRE: Julieta Monreal Ramírez.

5to Semestre. Loreto zac.


PRESENTACIÓN
En esta lectura se explica el papel del alumno, como protagonista del aprendizaje, y el papel del profesor como coordinador y facilitador del aprendizaje.
En el desarrollo de una metodología investigativa en el aula intervienen una serie de elementos básicos:
· El alumno, como protagonista del aprendizaje
· El profesor, como coordinador y facilitador del aprendizaje
· El contexto en que se produce el proceso, constituido por un entramado de elementos, entre los que pueden destacarse, los materiales didácticos. Los aspectos organizativos y el “clima del aula”.
En una metodología investigativa el papel del profesor pierde relevancia y queda difuminado frente al protagonismo decisivo del alumno en la realización de las actividades programadas.
El profesor desarrolla diversos tipos de tareas.
· Globalmente programa la secuencia de actividades en que se materializa, el proceso de enseñanza aprendizaje.
· Propicia el planteamiento de situaciones- problema que estimulen el aprendizaje basado en la investigación.
· Elabora estrategias tendientes a facilitar la explicitación de las concepciones de los alumnos y su confrontación con las nuevas informaciones.
· Selecciona y organiza las informaciones que intervienen como contenidos en el proceso de enseñanza aprendizaje.
· Aporta informaciones útiles en el proceso.
· Coordina incentivamente y garantiza la continuidad del trabajo en el aula durante el desarrollo de las actividades, exige responsabilidad a cada alumno en el desarrollo de su trabajo.
· Planifica estrategias con fin de crear un ambiente “activo y participativo”
· Realiza análisis sistemáticos de la realidad del aula y del desarrollo del proceso de enseñanza – aprendizaje.
En una metodología investigativa el alumno es el protagonista de su propio aprendizaje.
¿Qué significa, realmente, que el alumno sea protagonista de su propio aprendizaje?
Significa cumplir la perspectiva de que todo lo que ocurra en el proceso de enseñanza- aprendizaje debe adecuarse al proceso de construcción del conocimiento del alumno.
Para que el aprendizaje que se produzca llegue a ser realmente significativo para el alumno, es necesario que se den varias condiciones:
· Que el contenido que se les propone tenga una lógica interna, un significado en sí mismo (significativita lógica).
· Que dicho contenido pueda ser integrado en las redes de significados ya construidos por el alumno.
· Que el alumno tenga una actitud favorable para aprender significativamente, es decir, una intencionalidad para buscar y establecer relaciones de forma múltiple y variada.
En la medida en que el alumno atribuye significado a los nuevos aprendizajes estableciendo relaciones, cada vez más compleja, con sus conocimientos anteriores, se va extendiendo y enriqueciendo la red de conocimientos construidos .
Los aprendizajes que se realizan en forma significativa facilitaran la construcción de nuevos significados posteriores.
La responsabilidad del alumno sobre su propio aprendizaje va a depender, de su motivación para aprender significativamente, pero también la intervención del profesor en orden a despertar dicha motivación.
La curiosidad y el gusto por conocer nuevas cosas pueden constituir una interesante fuente de motivación.
Si se establecen estrategias para propiciar la aparición de este tipo de situaciones en el proceso de enseñanza – aprendizaje, se desencadenara en el alumno una estrategia de búsqueda activa de informaciones que desembocará en la reestructuración de sus concepciones.
Un marco ambiental de trabajo en el aula agradable, libre de violencia y compatible con la diversidad de actividades y de ritmos de trabajo contribuirá decisivamente en la maduración del proceso.
Este clima debe favorecer actitudes activas en los alumnos, que no solo estimulen la participación, sino que les ayuden a superar la inercia de la pasividad.
Se hace presente el conocimiento compartido, es decir, tener en cuenta que múltiples procesos, la construcción del conocimiento en el aula se realiza, en gran parte a través de interacciones entre los alumnos.


ANÁLISIS

Lo que se pretende en esta lectura es que los profesores tomemos conciencia de cómo es que estamos realizando nuestro trabajo, pues no solo es llegar y repartirles el material a los niños, sino que debemos de organizarnos y planear de acuerdo a nuestro programa, pero no solo planear por planear, aparte de esto se deben buscar situaciones que sean transversales para los niños y de esta manera ponerlos a trabajar su coeficiente intelectual e irlos haciendo un poco más independientes del profesor y solo intervenir cuando ellos lo soliciten.















Loreto zac, a 7 de noviembre de 2009. Julieta Monreal Ramírez.

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